lunes, 21 de septiembre de 2009

Desearía....

hoy desearía estar tranquila, con la mente en blanco, descansando en una hamaca, sintiendo el calor del Sol y la brisa del mar sobre mi cuerpo.... deseo paz y tranquilidad, sin preocupaciones en mi mente, todo paz y felicidad.

Y bueno... eso es algo que también quisiera mi esposo. Me dice una y otra vez que yo soy la culpable de su estres, que yo soy la que provoco que el no esté tranquilo en la casa, que suficiente tiene con los problemas en el trabajo para que aparte yo lo friegue cuando estamos en la casa.
Yo había aprendido que cada quien es responsable de su propio estres, de sus propios sentimientos. Así que yo era la que decidía sentirme triste, enojada, estresada, etc. no los demás. Pero con él eso no funciona, yo soy responsable de mis sentimientos y aparte de el estres de él.

Tristemente me doy cuenta que es un círculo vicioso. El llega estresado del trabajo, se echa en el sillón a ver la tele y le vale madres todo el desorden que causa. Llego yo del trabajo feliz porque por fin es viernes y quiero descansar, y me encuentro con que el gato no tiene comida, su laptop esta botada en el suelo, el esta echado en el sillón, con un traste de papas y refresco, su ropa tirada en el suelo y un desmadre en el escritorio. Y entonces eso me desespera, me enoja, me frustraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa y solo quiero gritar.
El viernes en la mañana le dije que si me ayudaba limpiándole la arena al gato y tirandola en el contenedor del edificio. Llega viernes y nada, el sábado el se va al doc a ver que le dice de su estres, llega el sábado en la noche, le vuelvo a recordar de sacar la basura y nada... el domingo ya me desespero y le digo que la saque, y se enoja porque le digo..... ahhh pero cuando le recordé que llevaba 3 días pidiéndole eso, me dice que ya no lo fastidie que ya lo hizo y ya deje de molestarlo. Entonces eso me emputa aun más.

Me desespera ver tanto tiradero SIEMPRE (y no exagero) es SIEMPRE en su escritorio... un montón de papeles, basura, plumas, de todo lo que se puedan imaginar, y le digo que lo recoja y que tire la basura y lo que hace es abrir la puerta del mueble de la tele y ahi avienta todo, o lo pone arriba del mueble, si arriba, a 2.3mts de distancia, donde nadie pueda ver que ahi tira su basura. Ahh y también su lugar favorito para echar basura o cualquier cosa que tenga en la mano y no sepa donde guardarlo, detrás del sillón o abajo del sillón, o abajo de las amohadas del sillón.

Todo ese desorden que él tiene, las chamarras acumuladas en el perchero, los pantalones botados en el suelo, calcetines debajo del sillón....... todo eso me enoja, me estresa, me desespera... y voy y le pido que lo arregle, que lo acomode. Y es entonces cuando me dice que ya deje de fastidiarlo, de molestarlo, que eso no lo tiene tranquilo, que ya lo tengo harto.

Y la verdad es que nos tenemos hartos el uno al otro y es un círculo vicioso... muy vicioso y dañino.

yo lo que tengo miedo es que si dejo de decirle las cosas, si dejo de recordarle que guarde su ropa, recoja el escritorio, que recoja la arena del gato, etc. Si dejo de decirle todo eso, eventualmente va a dejar de hacerlo y ya.... ya me chingué yo, porque yo soy la que lo tendré que hacer si quiero un departamento limpio.

y me pongo a pensar en cómo era el antes de casarnos y tristemente era un desmadre total. Su cuarto era un chiquero, tenia ropa botada por todos lados, debajo de la cama ni se diga, ropa, zapatos, basura, botellas de refresco vacías... y llenas!!!!!! su bote de basura podía durar meses con porquería dentro y el no lo vaciaba, tenía una mesa que estaba llena de porquerías a más no poder. La cama nunca la tendía y era un milagro si cambiaba las sábanas (bueno, las cambiaba cuando yo me iba a dormir a su casa, y me hacía el favor de estirar la cama para mi). Y cuando llegaba a lavar ropa agarraba un montón al azar y lo echaba asi como venía en la lavadora, y la podía dejar 1 día dentro de la lavadora mojada porque se le olvidaba o le daba flojera sacarla. Luego, si la tendía la echaba como saliera sobre la cuerda del tendedero, ni si quiera la estiraba para que se secara bien.
cuando ya estaba seca e iba por ella, la echaba sobre el sillón y ahi la dejaba... y la dejaba y la dejaba por días y días, hasta que su hermana (con la que vivía) se hartaba de verla ahí y se la echaba en su cama. Entonces el se enojaba porque hacía eso y la botaba en una silla o en donde pudiera.

y solo de pensar eso me da shock, me trauma y me da un pavor de que eso pase en nuestra casa, no quiero que se convierta en el chiquero que era su casa, no quiero y me da mucho miedo que eso pase.

ahorita por lo pronto he decidido que no puedo seguir asi, voy a intentar hacer caso omiso a todo eso que me da shock, ya no le voy a decir que recoja esto y aquello, que me ayude a nada, ya me harté de pedir y pedir y obtener puras caras que solo me hacen enojar más. Me voy a cubrir de aceite y todo lo que diga se me va a resbalar jaja.

3 comentarios:

~NK~ dijo...

Ambos trabajan y se chingan mucho, no?

Bueno, pues contraten a una chacha que les haga su quehacer una vez a la semana. Sugiereselo, dile que estas cansadita y que esa seria una alternativa, para mantenr un poquito de paz, en su matrimonio.

Saludos y un gusto leerte de nuevo ;)

Anónimo dijo...

no pues si esta canijo, es un gran problema, pobre de ti debe estar cañon estar con una gente asi y que a pesar de todo se ama

Micky dijo...

Estaba pensando en tí, pensé que todo había mejorado. Y sí, tienes razón en lo que dices, se ha vuelto un círculo vicioso. Han hablado de esto sin pelear o enojarse? Le has dicho cómo esta situación te hace sentir?
Lo que yo haría sería invitarlo a cenar a un lugar relajado, tomarlo de las manos y decirle que entiendes lo que el siente, pero que el también tiene que entender tus sentimientos como dicen en inglés "it is a two way street", sin gritos ni reproches.
Los dos tienen que llegar a llegar a un término medio que los haga a los dos feliz.
O también pueden ir a ver un consejero.

No es justo que él te culpe a tí de como te sientes, el estrés del trabajo debe dejarlo donde pertenece, en el trabajo.