lunes, 12 de enero de 2009

Historia

Voy a escribir un poco de historia sobre mi, y sobre los problemas que hemos tenido.

Hace poco tiempo encontré al amor de mi vida, un hombre maravilloso en absolutamente todos los sentidos y todos los aspectos. El ha sido el único hombre que me ha entendido, que me ha hecho reir a cada instante, que me hace sentir única, hermosa e inmensamente feliz.

Y hace todavía más poco tiempo decidimos unir nuestras vidas para siempre, si, efectivamente nos casamos.

Desde que estamos viviendo juntos ha habido muchos cambios en nuestras vidas, pero sobre todo en mí como persona. Y es eso lo que nos ha traido problemas y discusiones en nuestro matrimonio.

En nuestra casa, yo me he vuelto una persona muy mandona y obsesiva con que las cosas se hagan bien... osea a mi manera... sin darme cuenta que en esa casa somos 2 y no nada más yo diciendo que hacer y que no.
El ha tenido tanta paciencia conmigo diciéndome que le molesta que haga eso, me dice que cuando me paso de la línea y me ha perdonado mil y un veces y yo ahi sigo de necia en hacer las cosas como yo quiero. Llevamos así meses en el estira y afloja, y parece que el solo estira y yo no aflojo nada.

Creo que el problema es que no creía que yo estuviera haciendo las cosas mal. Hay esquemas que viven en mi cabeza desde hace tanto que yo creo que son tan normales y no me doy cuenta que solo lo son para mi, y no para él. Como por ejemplo tirar la basura inmediatamente en el bote, como no dejar encharcado el baño, como guardar la ropa sucia en un lugar definido, como mantener la cocina limpia mientras cocino y después de hacerlo. No se... me gusta que todo esté siempre limpio y ordenado. El detalle es que él es muy distraído y hay cosas que le valen madres... como dejar basura de papeles en una mesa, o salir del baño encharcando todo el camino, dejar las toallas en la cama y olvidarse de colgarlas, dejar la ropa sucia botada en el suelo, el gancho de la ropa que se va a poner en la cama y la ropa que se quita botada también donde sea.

Cuando veo todo ese desastre empiezo a arreglarlo, pero conforme avanzo me doy cuenta que hay tantas cosas que me desesperan y que él no hace que me sacan de quicio y exploto diciéndole que haga esto, que haga el otro que haga aquello. Como que él deja el queso que usó arriba del refri y no adentro, o que se le olvide cambiar el rollo de papel por distraído.

Y de verdad que él me ayuda tanto en tantas cosas, me hace el desayuno todos los días, cocina riquísimo (con el obvio desastre en la cocina), me apapacha siempre, me hace caso en muchas cosas que le pido, me ayuda a tener ordenada la casa, es un amor.

Creo que simplemente ninguno está acostumbrado a hacer lo que el otro hace o a no hacer lo que el otro tampoco hace.
El me dice que de todo eso que me quejo yo, no debería darle importancia y simplemente hacerlo... y de esa manera evitamos tener discusiones que nos desgastan y nos hacen infelices. Me dice que a él no le gustan varias cosas que hago yo, pero que como vivimos juntos, puede darlas por alto y no prestarle atención.... cediendo. El problema es que yo no puedo hacerlo... me desespero.

A veces siento que si hiciera todo eso que me molesta... como andar recogiendo su basura, su ropa sucia, tendiendo sus toallas, recogiendo los platos que deja en el cuarto, limpiando la cocina cada que el se aparece ahí, etc, etc, etc. Si hiciera todo eso siento que voy a tener que hacerlo eternamente y que ya me chingué y ni modo, eso lo hago yo y ni modo, es el precio que tengo que pagar por estar bien con él.... y en parte me rehuso a hacerlo (me siento como mamá o como chacha), y en parte se que tengo que hacerlo si quiero paz en nuestro matrimonio.
Entonces estoy en esa disyuntiva en la que no quiero hacer todo yo.... pero por lo visto lo tendré que hacer si quiero esa paz que tanto busco.

Ashhh... a veces parece todo tan sencillo, cuando lo escribo o cuando él me lo dice. Pero cuando me desespero... simplemente exploto y le digo las cosas y no pienso en las consecuencias.

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